En un comentario anterior hablábamos de los tipos de participantes según su más o menos opaca identidad. Ahora pensemos en los diferentes tipos de intervenciones.
Y de postre... ¿chocolate?
Partamos del hecho de que cualquier comentario sea cual sea y sea cómo sea, es siempre bienvenido y vaya por delante nuestro agradecimiento, porque este blog, como todos, siempre está hambriento y necesita ser alimentado de manera continua. Lo que pasa, como en la vida misma, es que antes de disfrutar de la comida, hay qué pensar qué comprar, cocinarla, probarla y servirla en la mesa; y al igual que cuando invitas a mucha gente, unos traen el postre, otros el vino y algunos un plato alternativo que desbanca al menú inicial, el blog se convierte en un banquete donde los alimentos se multiplican milagrosamente.
El chef va sacando puntualmente los platos, esas entradas (post) que nos invitan a escribir; de los 34 servidos hasta el momento, sólo 4 no han sido probados y están huérfanos de comentarios. ¿Nos habremos pasado con la sal o el picante? Sin embargo, algunos se han convertido en platos estrella acaparando casi una treintena de comentarios.
Entre los 177 comentarios que alimentan este blog hasta el día de hoy, los hay muy cortos, mensajes de apoyo, de felicitación por un buen texto. Hay comentarios de “todoseaporliarla”, con guantes que se lanzan y se recogen. Hay comentarios trabajados, hermosos textos. Los que responden a alusiones o preguntas directas. Los que no son contestados por nadie (¿hay alguien ahí?). Los que siguen el hilo de Ariadna sin perderse en el laberinto de personas y personajes. Los que no esperan respuesta alguna. Los que cuentan su vida o la de otros. Los que se contestan a sí mismos. Los que cazan palabras. Los que puntualizan. Los que revientan el final de la novela. Los que agradecen. Los que juegan. Los que guiñan. Los que pinchan. Los que dicen haberse perdido… Y los que enamoran enredando con la magia de las palabras, también de las esquivas.
Y están los invisibles, aquellos que se agazapan en la cocina secreta de los que solo leen el blog, porque no quieren, no se atreven o simplemente no les gusta opinar en voz alta. Nuestro agradecimiento también y nuestro deseo de que todos vosotros disfrutéis de esta mesa que preparamos con mucho cariño.
Por cierto, hemos cenado con Calderón de la Barca, con Don Quijote, ¿sabéis quién viene a cenar con nosotros en octubre? Se admiten, apuestas. Entre los acertantes, se sorteará una invitación a la cena. El plazo termina el 30 de septiembre.
Como bien dice Jesús, somos unas liantas…, pero también es cierto que somos mujeres de palabra.
Hola, ya tengo ordenador. No es que sintiera vacío como dice don Javier. Pero sí un cierto desasosiego, no lo voy a negar. El aparato este que se puso a hacer ruido y dijo, hasta aquí.
Lo hemos ido a buscar y nos han cobrado un potosí, pero merece la pena.
¿Quién será el invitado o invitada? A esa cena misteriosa. No paran de dejarme extrañado y confuso. Eso está bien, uno que ya tiene todos los años del mundo encima y todavía es capaz de asombrarse.
Dentro de unos días nos vamos al norte, a descansar, mi señora y yo. Nos gusta ir a Gijón, y pasear, tranquilos, sin hablar, diciéndonoslo todo. Ya me comprenden. Pero aún falta, no sé si es que Sofía quiere “quitarnos de enmedio” avisando tan pronto de nuestra marcha. Me temo que le causo más de una preocupación.
Personalmente, no dudo en que son ustedes unas mujeres de palabra. Seguro que don Jesús también opina lo mismo que yo.
No contesté a don Jesús: lo pasé estupendamente, si bien me parece que hacemos muchas alharacas por cualquier cosa. El signo de los tiempos.
Un abrazo para todos,
Eutimio
Vaya, qué casualidad D. Eutimio; resulta que Gijón es una ciudad que frecuento por motivos familiares. Igual podría conocerle allí, al lado del mar, junto a su señora, y le prometo, eso sí, mantener a salvo su identidad hasta que usted lo considere oportuno. (Esto parece una “kedada” en toda regla).
Aprovecho este momento temprano de martes fresquito, para dar la primera pista del invitado/a especial. Le gusta mucho la poesía y el olor a pan recién hecho.
Un abrazo, D. Luis y otro para cada uno de los lectores habituales u ocasionales de este blog.
Señorita Flory, quizás nos hayamos encontrado y no lo hemos advertido. Es lo que ocurre cuando se está tan cerca del mar, que uno se queda embelesado contemplándolo. Podemos intentar vernos, sí. ¿Y por qué va a mantener en secreto mi identidad? No, no, usted cuente, cuente. Iremos como a mediados o finales de junio, aún no lo hemos decidido.
Respecto a la pista, pienso si puede ser un poeta o una poetisa. ¿De Hispanoamérica?
Un abrazo, señorita, y me uno a ese abrazo suyo para los lectores de este blog,
Eutimio
Yo me permito agregar una razón, en este caso científica: dice Jakob Nielsen, en su famoso y recomendable blog (http://www.useit.com/alertbox/participation_inequality.html), que existe una regla empiricamente contrastada que el denomina de la “participación desigual”: es la regla 90-9-1: el 90% son silenciosos merodeadores; el 9% son participante recelosos, tímidos, normalmente agradecidos; el 1% son participantes activos, generadores de contenidos. Si un blog, como este, rebate esa correlacion casi matemática, es que algo está haciendo bien. Está incitando a los lectores a que se conviertan en cocreadores, algo que no es nada sencillo. Enhorabuena, por tanto, por ser la excepción de la regla.
Querido Eutimio: pues al final va a ser en tierras asturianas donde nos encontremos. Me sumo a la kedada de Flory porque Gijón, además de haber vivido 5 años en mi infancia, y tener allí familia en el barrio de Pumarín, me gusta mucho la playa de San Lorenzo donde podemos quedar con un ebook debajo del brazo. Es fácil que a la kedada se sume don Luis, que también visita tierras asturianas en verano, y a ver si es posible que lleve a su tío, y así rememoran ustedes viejos tiempos. Solo queda fijar la fecha y pedir a Maria Antonia y a Jesús que vayan de notarios del encuentro. Vaya buscando usted restaurante porque este encuentro bien merece una buena comida.
un cordial saludo
¡Uy, uy, uy…! (no, no soy un pájaro).
¡…Qué negra veo yo esta quedada…(perdón, kedada)!…Gijón…verano…
Cuidado con las fechas que elegís, no vaya a ser que os topeis con un montón de personajes “extraños” y de hábitos poco recomendables.
Me temo que, para mí, esos son días en que estaré “disfrutando” o en vísperas de disfrutar a conciencia del pajizo, amarillo y polvoriento horizonte peñarandino.
Que ustedes lo pasen bien
Yo me apunto a la kedada! No conozco Gijón, y esta sería una coartada perfecta. Porque negra, es negra, como la Ruta, Jesús… ¿Qué dice usted, don Eutimio? No se habrá marchado ya, ¿verdad?
Buenas tardes, don Joaquín (ya comimos mi señora y yo, de ahí el saludo).
Qué buen blog, gracias por esa recomendación. En mi caso, si no le importa, me considero un poco todo eso, es decir, que me deberían (modestamente) incluir en casi todos esos porcentajes (silencioso merodeador, pues a veces leo y curioseo y no me pronuncio, participante tímido, pues no sé muy bien qué decir y no sé yo si generador de contenidos. ¿Se puede ser generador de contenidos si se da qué hablar?
Querido don Javier, pues qué alegría más grande. Estamos organizando el viaje para irnos sobre el 18 de junio, a la casa de unos buenos amigo, donde solemos alojarnos cuando vamos por allí. Me parece, don Javier, que la playa de San Lorenzo sería el escenario ideal para encontrarnos; ahora más que nunca, pues Sofía se ha empeñado y va a regalarme un ebook. Así que podemos buscar un lugar estupendo para comer en las inmediaciones del paseo marítimo. ¿Le parece? Qué barrio ése, el de Pumarín. Un barrio con mucha historia, con mucha esencia.
En cuanto a Satur, no he vuelto a tener noticias de él ni de don Luis, ya sé que el profesor y escritor está muy enredado en esos asuntos de la Universidad y ya me conformo con que nos encontremos en algún momento; sea donde sea.
Estaremos en contacto, don Javier.
En Gijón, don Jesús, se está siempre estupendamente. Debería usted venir y comprobarlo.
No, mi querida señorita María Antonia, aún no me he ido. Pero ya falta poco. ¿Usted no tiene vacaciones?
Un abrazo para todos,
Eutimio
[...] terminaron los post aclaratorios: quién escribe, dónde escribe, cuántos somos, qué decimos, de dónde venimos… Tras los [...]