Archivo de la categoría ‘La Ruta negra (viaje a los lugares de la novela)’

Canal “ebook”: vídeos para disfrutar

Viernes, 2 de Julio de 2010

El pasado 29 de junio, en el programa Salamanca en verano es así de Canal 8 Castilla y León, Luis García Jambrina y Javier Valbuena lo anunciaron. Los vídeos de La Ruta Negra, Viaje al fondo de La Cueva y La Ruta del Ebook estarían disponibles para todos a través de la página web de Territorio Ebook.  Pues bien, ya podemos recordar nuestro viaje literario a Salamanca del pasado 8 de mayo, volver a escuchar al dominico y al estudiante loco, o, quizás, descubrir la ciudad oculta por la magia de un Reventador empeñado en enmendarle la plana al Conferenciante de turno. Tal vez, sin embargo, nos apetezca rememorar la loa al vino de La Celestina leída desde un lector de libros electrónicos, en La Ruta del Ebook. O es que quizás no pudimos hacer el viaje y ahora, sí, ahora podemos hacerlo.

El Cielo de Salamanca en el paraguas de Jesús. Fotografía de Almeida.

Todos los vídeos, grabados por Canal 8 Castilla León, en colaboración con la Fundación Germán Sánchez Ruipérez y la Sociedad de Turismo de Salamanca, en Canal ebook dentro de Territorio Ebook. Que los disfruten.

Anécdotas de un viaje

Lunes, 10 de Mayo de 2010

Amaneció gris y amenazando lluvia; olía a septiembre y no a mayo; parecía que el curso universatorio iba a comenzar y no a finalizar y que Fray Tomás de Santo Domingo iba a aparecer en cualquier momento (o, en su defecto, Eutimio).

Llovía...

A las 16 h, llovía en Salamanca. Era una lluvia impertinente, por lo constante y fría. A las 16.30 h, los lectores peñarandinos arribamos a una ciudad mojada, pero no inhóspita. Los transeúntes se adornaban con paragüas como bastones y, de pronto, cesó de llover y el cielo comenzó a mostrar tonalidades distintas y cambiantes; ora negras y moradas, ora grisáceas y violetas.

Había un dominico aguardando, paciente y meditabundo, en el claustro del Convento de San Esteban. Nos arremolinamos. La televisión nos acompañaba, y aquello que no empezaba. Sólo fueron unos minutos, pero ¡cuán larga se hace la espera en un momento así! De pronto, un misterioso personaje encaminó sus pasos al encuentro del dominico. Venía vestido con calzas coloridas y un sombrero de raso. Comenzó La Ruta Negra.

El Palacio de Anaya, la Catedral Vieja, el Patio de Escuelas, y la Cruz de los Ajusticiados, desde la que se veía el Puente Romano y el verraco, fueron las paradas de nuestra ruta. Por las calles estrechas de una ciudad sabática, seguimos al dominico serio y al estudiante risueño y bromista. Las gentes nos miraban al pasar, entre divertidos y asombrados, y hubo más de un espontáneo que se sumo a nuestra particular comitiva. Algunos, sólo se quedaron unos minutos, pero hubo quien desde la distancia, no nos quitó ojo. Por el camino, nos encontramos con una boda, con un perro que no paraba de ladrar (tendría ganas de venirse con nosotros), con unos chiquillos que correteaban y lloraban y aplaudían y jugaban… cosas del directo.

Este estudiante...

Tan entretenidos estábamos que ni nos dimos cuenta de que aquello se acababa, que se estaba terminando. En la Cueva de Salamanca, menudo susto, ¡vive dios! El dominico, que no era tal, sino el mismísimo diablo con cuernos y todo, venga a lanzar venablos (qué carácter) ¡y para el fondo de la Cueva que se llevó al incauto del estudiante! Menos mal que no hizo lo propio con alguno de nosotros, porque según explicó, necesitaba almas inocentes (sería de más mérito y aprovechamiento. Él y el infierno se lo perdieron). Los actores, bravísimos. (Qué miedo).

Y detrás, Jesús

Iniciamos otra ruta, y es que no paramos, fue una tarde provechosa. Los cámaras de televisión y el fotógrafo no se perdieron ni un minuto de metraje, ni un plano, ni una instantánea. De vez en cuando, una gota de agua despistada nos mojaba la punta de la nariz o el flequillo, pero afortunadamente, no pasó de ahí. (Será que alguien, un tal Eutimio y su señora, supieron encomendarle bien nuestra excursión a Las Claras. Aunque también aquí hubo quien pidió y dio unos huevos para que el tiempo nos fuese propicio a nuestros afanes). No pasó de ahí, pero eso hacía que, de vez en cuando, algún paragüas se luciese y, así, pudimos contemplar al mismisimo Cielo de Salamanca que giraba a nuestro alrededor.

Dejémonos de florituras y metáforas. Iniciamos otra ruta, la llamada Ruta del Ebook, compuesta de dos etapas. La primera de ellas, tuvo lugar en el Huerto de Calixto y Melibea. En él, Michel Núñez nos sorprendía con la música de su guitarra y en él, Jesús Plaza y Nieves Prieto leyeron sus elogios al vino (de La Celestina y del Tintorro en El manuscrito). El viento. Ahora, hacía viento. El viento que movía las ramas de los frutales y hacía que volviera a llover, ahora alguna hoja mezclada con agua dulce de lluvia. Quedó hasta poético. Y esa destreza con los micrófonos y con los libros digitales. Muy bien.

Escuchamos música en el Huerto de Calixto y Melibea

La segunda, fue muy cerca del verraco, de espaldas a la figura de El lazarillo y el ciego. Los golpes que recibieron allí Lázaro y Fernando de Rojas se merecían sendas lecturas, y así fue como Mayte Alonso y Cati Carretero nos hicieron escuchar unos fuertes ruidos dentro de nuestras cabezas (¿sería la tormenta, que inexorablemente, se acercaba?) Michel, de nuevo, nos acompañó con dulces acordes. Terminamos, y satisfechos aunque agotados por lo intenso de nuestra expedición, nos decidimos a visitar las cafeterías de Salamanca para reponer un poco nuestros cuerpos cansados. Hubo quién tomó chocolate caliente. Hummm.

El Conferenciante y el Reventador

Andando el tiempo nos encontramos de nuevo en La Cueva de Salamanca. Fotos y risas, los cámaras colocándose, nosotros, impacientes. Un hombre vestido de negro y con foulard gris al cuello (qué elegancia renacentista) comenzó a disertar sobre la novela El manuscrito de piedra (¡que la hemos leído ya!). Todos callados, y de pronto, ¡un Reventador! Uno de esos que tienen por oficio (parece ser) reventar actos públicos. Él iba vestido de blanco y, de nuevo, otro foulard pendía de su cuello (¿era moda entonces). Aunque este buen hombre se tocaba con un sombrero. Lo cierto es que quedaban muy bien uno de negro y otro de blanco. Pero, ¡cuán equivocado estaba el señor de negro! (esto parece una película. Vamos a llamarle, el Conferenciante). El Reventador le mostró cómo liberar la ciudad oculta, sumergida (con una pala, claro, estamos en el siglo XV) y así, Salamanca, apareció a nuestros ojos sin doblez, más sabia, más hermosa. Cuando terminó la obra de teatro, fue cosa de ver a los actores leyendo en los libros digitales. Sesión de fotos, como no podía ser menos.

La tarde caía y las nubes oscuras no habían dejado que la lluvia cayese sobre nosotros. Aún nos quedaba un tiempo, que algunos aprovecharon para recorrer la Feria del Libro en la Plaza Mayor; otros para tomarse otro café (u otro chocolate) y otros, para entablar amistad con propios y extraños.

Sobre las 20.30 h, los lectores peñarandinos se subieron al autobús para regresar a Bracamonte, en Peñaranda. De pronto, comenzó a llover.

Rutas por la Salamanca de los siglos XV y XXI

Viernes, 7 de Mayo de 2010

Apenas restan unas horas para que un grupo de cincuenta y cinco lectores peñarandinos lleguen a Salamanca, a lomos de un caballo metálico. (Se aconseja comer y descansar bien en los hogares para llegar con el ánimo fresco y la mente abierta).

A las 16.30 h, aguardarán (imaginamos que impacientes) en el pórtico del Convento de San Esteban, un dominico de casi seiscientos años y un estudiante novato de cinco siglos y pico, década arriba o abajo (de ahí la impaciencia. Estamos en el siglo XXI). Uno y otro conversarán e iniciarán una caminata que, a semejanza de las pesquisas de Rojas en El manuscrito de piedra, les llevará a la Catedral Vieja, al antiguo Colegio Mayor San Bartolomé, al Patio de Escuelas, a la Veracruz, a Libreros, a la Cruz de los ajusticiados… en un recorrido lleno de historia y de literatura, de secretos y ocultos misterios. Los lectores serán espectadores de excepción en este camino a través del siglo XV.

Estarán ya cercanas las 18 h, cuando en nuestra particular máquina del tiempo unamos siglo XV y siglo XXI. Y lo haremos a través de la Ruta del ebook, una ruta en la que recrearemos ciertos pasajes de Lázaro de Tormes y de La Celestina y, por supuesto, de El Manuscrito. Y es que tanto Lázaro como la Celestina son dos de los personajes que fluyen por sus páginas. A veces, de forma explícita y otras… insinuandose, dejándose ver u oír en ciertos párrafos, en ciertas frases.

El verraco. www.rutadelaplata.com

En el Toro de Piedra, en el Puente romano, es por donde Lázaro sale de su ciudad natal para iniciar su particular camino de aprendizaje. Fernando de Rojas, entra en la ciudad del Tormes para iniciar sus estudios. Uno y otro tienen la misma experiencia en ese lugar, con ese animal fabuloso, toro o… verraco. Serán los dos golpes de sabiduría que leeremos a través de los dispositivos electrónicos, con las voces de Mayte Alonso y Cati Carretero.

En el dulce Huerto de Calixto y Melibea, uniremos La Celestina y El Manuscrito de piedra para solazarnos con el vino y la vida. Celestina hará su particular loa al vino, poderoso reconstituyente. El Tintorro, comerciante en paños y natural de Béjar, hace lo propio en un exquisito elogio al vino con resonancias celestinas. El vino, la literatura, los libros digitales y los lectores Jesús Plaza y Nieves Prieto, dando vida a las palabras.

En este momento, las 19 h habrán llegado en un suspiro, y todo el grupo nos dirigiremos hacia los restos de la Iglesia de San Cebrián, lugar en el que se cree estuvo hogaño la mítica Cueva de Salamanca. Allí, asistiremos a una obra teatral en un acto, un Viaje al fondo de la Cueva, en el que un conferenciante nos explicará lo que sucedió al finalizar la novela de Jambrina. Esperemos que no esté por allí un Reventador cualquiera, uno de esos que no tienen otra cosa que hacer que reventar cualquier acto público que se le ponga por delante…

Y en torno a las 20 h, minutos abajo o arriba, los lectores peñarandinos retornarán a su lugar, la tierra de Peñaranda de Bracamonte, es de suponer que en el trayecto de ida no faltarán las canciones y los comentarios, y quizás, sólo quizás, se pregunten quién era ese personaje que aparecía y desaparecía en todo el recorrido…

Y sepa usted, don Eutimio, que está invitado.

Los guiones de la Ruta Negra y del Viaje al fondo de la Cueva, son de Luis García Jambrina. Este viaje literario ha contado con el apoyo y patrocinio del Ayuntamiento de Salamanca, a través de la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y la Sociedad de Turismo y Comunicación, y de Canal 8 Castilla y León. Agradecemos la colaboración, el trabajo y la buena disposición de todos ellos.

Viaje literario a Salamanca

Martes, 4 de Mayo de 2010

El próximo sábado, 8 de mayo, los Talleres de lectura de la Biblioteca Municipal de Peñaranda viajarán a Salamanca Tras los pasos de Fernando de Rojas.

El Palacio de Anaya, antiguo Colegio Mayor de San Bartolomé. Tomada de www.territorioebook.com/jambrina

Una vez en el lugar de destino, los participantes recorrerán La Ruta Negra un itinerario de  oscuros misterios que se refleja en El manuscrito de piedra y que les llevará a un Viaje al fondo de la Cueva.

Una tarde literaria en Salamanca, la ciudad escenario de la novela de Luis García Jambrina. Un viaje con sorpresas de las que iremos dando cuenta a lo largo de estos días.