Palabras esquivas

Imagen tomada de Wikipedia

Las palabras son alimento, son tan necesarias como el pan, o la sal. Pero hay instantes en que éstas se muestran esquivas; reacias a entregarse, de buenas a primeras, al lector. No hay que desanimarse, sin embargo. Todo lo contrario. Al igual que un amor esquivo, difícil de conseguir, éstas cobran valor a nuestros ojos.

En los Talleres de lectura de la Biblioteca Municipal de Peñaranda, es práctica habitual no amilanarse ante estas palabras casquivanas, caprichosas. Armados de humor, paciencia y un buen diccionario, los lectores las atrapan para compartirlas desde un amor generoso y apasionado. Estas han sido algunas de las palabras esquivas de El manuscrito de piedra; palabras hermosas por lo desconocido, o por su musicalidad, o por el papel interpretado en la trama, o por su significado o, tal vez, simplemente, por su descubrimiento.

Anacoreta: persona que vive en un lugar solitario, entregada enteramente a la contemplación y a la penitencia.

Barbarizar: adulterar con barbarismos una lengua. Convertir algo o alguien en un bárbaro, inculto o cruel.

Cerero: persona que labra o vende cera.

Esquinado: dicho de una persona de trato difícil.

Maestrescuela: Dignidad de algunas iglesias catedrales, a cuyo cargo estaba antiguamente enseñar las ciencias eclesiásticas.

Palestra: lugar donde antiguamente se lidiaba o luchaba.

Solazar: dar solaz, placer, consuelo.

Tordo: Dicho de una caballería: Que tiene el pelo mezclado de negro y blanco, como el plumaje del tordo.

Venablo: dardo o lanza corta o arrojadiza.

Mientras escribimos estas palabras se nos ocurre… ¿y por qué no nos dejan, lectores, sus palabras esquivas que, sin duda, encontraron (o están encontrando, por ejemplo en Urueña), en la novela?

20 comentarios a “Palabras esquivas”

  1. Eutimio dice:

    Esto de las palabras “esquivas” tiene su “miga”. Quiero colaborar con una: “Alcándara”.
    Me gustó porque es muy sonora, y porque no la conocía. Tengo entendido que era una especie de percha o varal y que tenía distintos usos: bien para colgar ropa o bien para las aves de cetrería.
    Habría que ver a un cetrero de otro tiempo, en el campo charro, con la alcándara. El halcón que se posa, majestuoso cazador. Acabo de descubrir que me gusta por esta imagen.
    Un abrazo,
    Eutimio

  2. Grupo del martes dice:

    Bueneas tardes Eutimio:
    Las chicas del grupo de lectura del martes 18h tenemos una buena lista de palabras “esquivas”, pero no te decimos ninguna hasta que no te identifiques (o enviarnos una foto) porque parece que estamos hablando con la pared. Y eso no nos gusta.
    Saludos
    PD: esperamos que no nos mandes ninguna de Tom Cruise, que a ese ya le conocemos.

  3. Grupo del martes 20h dice:

    Buenas tardes:
    El grupo de lectores del martes a las ocho opinamos que estas palabras esquivas seleccionadas en el texto no son tanto, porque son de uso relativamente común y echamos en falta las que nosotros seleccionamos y que sí hubo que buscar en el diccionario.
    Por ejemplo: almagre, fámulo, estantigua, estulto, endriago, hipógrifo… entre otras, y pensamos que deberían estar en este glosario al ser consideradas menos frecuentes que las anteriores.
    Hemos dicho.
    Un abrazo y una chuche´
    PD: somos el taller de La caja de chuches.

  4. Mª. Antonia dice:

    Muy buenos días, grupo del martes de las ocho.
    Una aclaración: las palabras esquivas que aparecen en el post son una selección de una lista que me pasó Nieves, lista que fue elaborada a partir de las conversaciones mantenidas en los cuatro talleres. Repito: es una selección y la intención del post, precisamente, es que participéis y lo completéis.
    Saludos!

  5. Natividad dice:

    Estoy metida de pleno en los personajes de la novela, me atrapan cada noche antes de descansar, y que curiso, alguno me acompaña también en los sueños.
    Me gusta, encuentro en cada página un motivo para continuar leyendo, me atrapa….

  6. Jambrina dice:

    Aunque estoy un poco desaparecido, por culpa de los exámenes que tengo que poner y corregir y puntuar (qué terrible responsabilidad), os sigo. Es una gran idea eso de las palabras “esquivas”. A mí me gusta mucho recuperar palabras del pasado, no solo del histórico, también del biográfico, quiero decir: de mi infancia en Zamora. Los lectores lo agradecen mucho.
    PARA NATIVIDAD. Qué bonito eso que cuentas. Gracias. Que siga así.
    Un saludo para tod@s.

  7. Grupo del miércoles dice:

    Hola, buenas tardes!
    El grupo de lectura del miércoles enviamos las siguientes palabras esquivas: tosigo, beatífica, rejalgar, oropimente, espliego, azogue, lebrel, preeminencia, delaciones, gaveta, herético, prurito, romadizo, aljama, marasmo…
    El próximo miércoles… más
    Hasta entonces feliz fin de semana para todos.

  8. Eutimio dice:

    Queridas “chicas” del grupo del martes a las 18 h. Pueden acusarme de no “dar la cara” físicamente; pero no de no “manifestarme”, pues es lo que hago aquí, en este blog, mediante la escritura. Pregúntenle a don Luis, que él ya sabe de sobras quién soy, gracias a su tío Satur con el que coincidí por esas carreteras de dios.
    ¡Qué tiempos! Lo pasamos bien, yo aprovechando cada minuto entre mis libros, soñando con lo que hubiera sido mi vida si hubiera podido estudiar más. Me hubiera gustado ser profesor, dar clases en la Universidad, rodeado de jóvenes. Pero ya ven, tampoco me quejo. Quizás en otra vida, pueda serlo (a esta edad uno cree en todo, hasta en la reencarnación).

    Así que espero sus palabras, al igual que yo he dicho una.
    Un abrazo para todos los grupos y para todos,
    Eutimio

  9. Marcial dice:

    Despues de una dura jornada de trabajo en la comisaria, en mi puesto de atención a denuncias telefónicas, la mayor parte de las cuales son delaciones sin fundamento basadas más en la mala vecindad que en auténticas infracciones, ésta habría sido una tarde de primavera tan beatífica como otras tantas, para disfrutar de la sensación de marasmo y ausencia que habitualmente me provoca la infusión de espliego y menta que suelo tomar antes de cenar.
    Para este momento tan exclusivo, sigo siempre el mismo ritual; dejar que la infusión adquiera tono y aroma mientras cebo una pequeña pipa de espuma de mar con un aromático tabaco que guardo en su tabaquera, dentro de una gaveta de mi viejo escritorio. Es un cajón pequeño que preserva a la perfección la frescura de este tabaco que ya sólo encuentro en una tabaquería al peso de la plaza del Azogue, que sigue siendo, desde tiempo inmemorial, plaza de mercado al aire libre y de pequeñas tiendecitas antiguas dónde encuentras las cosas más inesperadas.
    Se que a principios de esta estación, cuando florecen los cereales, debería evitar el tabaco, que en nada ayuda cuando a uno le traquetea el pecho y las narices gotean con frecuencia atacadas por ese casi continuo romadizo primaveral. Pero reconozco que así, en media penumbra y con el lebrel, que ya ni ladra ni caza, a mis pies, doy preeminencia al placer desaconsejable y tósigo (que dirían los antiguos) descuidando moderadamente mi alergia.
    Y es que ya fumo casi a escondidas, porque parece que fumar se ha convertido en un entretenimiento herético, anatemizado muy particularmente por el grupo de los exfumadores , o tal vez mejor dicho, de los fumadores conversos.
    Pronto propondrán exiliarnos a un barrio de la periferia y quien sabe si marcarnos como lo hicieron con los judios en sus aljamas.
    Pero hoy, hoy ha ocurrido algo diferente. Poco despues de tomarme la infusión he comenzado a notar un molesto prurito, una comezón en los brazos y en las manos que al principio atribuí a mi alergia primaveral. Despues los sintomas se han ido agravando de tal manera que me he visto obligado a llamar a un amigo para que me llevase al hospital.
    Allí me han tenido que hacer un lavado de estomago de urgencia, y me temo que tendré que pasar unos días con una dieta rigurosísima.
    Debí sospechar del extraño color del agua cuando la eche en el hervidor para hacerme la infusión. Al parecer me enteré demasiado tarde de que se había advertido que el agua del grifo no era potable porque una brecha había permitido que en la potabilizadora se colara parte del agua de una corriente subterranea que arrastraba residuos de una veta de lo que tradicionalmente se ha llamado oropimente o rejalgar y que dicho en terminos más cientificos es un mineral que contiene sulfuro de arsénico o algo así.
    ¡Vamos! “pa habernos matao”. Y es que “si el agua estropea los caminos…”
    Yo, una vez recuperado cebaré menos la pipa y cambiaré la infusión por unas olivitas y una cerveza fresquita. Ya ves, paradojas, soy alérgico a las gramineas pero disfruto a lo grande de una cerveza fria a tiempo.
    Comprendo que el resultado no es tan literario como lo del lebrel, la pipa y la infusión junto al escritorio, pero…

  10. Mª. Antonia dice:

    Bienvenido a este blog, Marcial. ¡Qué bien que hay otro participante más, al que conocer! La verdad es que ha dejado una buena muestra de palabras esquivas en su comentario; y una buena historia que se prometía tan literaria y que pudo acabar de tan mala manera. Menos mal que no fue así.
    Le pone mucho humor al exilio de los fumadores, el actual y el pasado. Domina usted muy bien la palabra… Perdone, pero tengo curiosidad. ¿No será conocido de Eutimio o de Satur?
    Ya sabe que Satur es el tío de Luis García Jambrina y Eutimio, fíjese cómo son las cosas que se lían y embrollan como madeja de hilo con la que juguetea un minino, resulta que ahora es conocido de Satur, antiguo compañero y todo. Aunque ahora pienso que quizás tenga algo que ver con el comisario Maigret (pero en salmantino)por la pipa y la comisaría. No me creo que no pasen cosas curiosas y asombrosas en la comisaría. Y más a un comisario que fuma en pipa de espuma de mar y toma infusiones de espliego y menta; y cuando casi se muere envenenado, olivitas y cerveza…
    En cualquier caso, bienvenido, es un placer leerlo.

  11. marcial dice:

    Lamento decirle, Mª Antonia, que no tengo el gusto de conocer al esquivo Eutimio y tampoco al tío Satur de Luis Jambrina.
    Tampoco puedo darle el gusto de haber conectado con un comisario a lo Maigret, aunque no estaría mal del todo. Mi trabajo se limita a la recepción de denuncias telefónicas en la comisaria.
    Ahora, despues de mis abluciones con arsénico, estoy de baja y no me encuentro muy “católico”, de todos modos agradezco su interes. Ya hablaremos

  12. Mª. Antonia dice:

    ¡Vaya por dios, Marcial! No calibré la gravedad de la intoxicación. Mejórese, por dios, y cuídese mucho.
    De todos modos… ¿no ha cogido ninguna llamada graciosa?
    Un abrazo y le tomo (le tomamos) la palabra. Ya hablaremos

  13. marcial dice:

    Una cuestión de formas.
    Donde dije comisaria quise decir comisaría. ¡En qué estaría yo pensando!
    Pensaré, pensaré en lo de las llamadas graciosas…
    ¡Uy!, lo siento pero debo “excusarme”

  14. Eutimio dice:

    Compruebo con interés que están saliendo más “palabras esquivas”. Una cosa, señorita Mª Antonia. Si Marcial me conociese, el mundo no sería un pañuelo como apuntó don Luis. Sería una especie (perdone la expresión) de revolcadero. No sé por qué me da a mí, que hay por aquí más “santos tomases” de lo que parece a primera vista. No me diga que usted también duda.
    De cualquier modo, aprovecho para saludar a Marcial y desearle pronta recuperación. Qué relato tan asombroso. Y me permito una pregunta: ¿no coleccionará pipas? Porque sé de buena tinta que Satur, el tío de don Luis, comenzó una colección hace años, de la que tuve la suerte de ver algún ejemplar curioso. A mí es que me gustan más las dagas antiguas, pero las pipas tienen su aquel. Pues a mí me ha recordado a Holmes y a su casa en Baker Street. Estoy convencido de que Fernando de Rojas, tarde o temprano, hubiese encontrado el placer de fumar, iniciado por Fray Antonio (Fray Antonio es mi personaje preferido. También, Fernando de Roa).
    Un abrazo,
    Eutimio

  15. Marcial dice:

    Como se ha abierto otro post (post ¿qué?), no se muy bien si procede o no colocar aquí este comentario. Lo haré en tanto que sigue al realizado ¡como no! por Eutimio.

    Parece que el tratamiento empieza a hacer sus efectos y, a pesar de este calor (para mí excesivo) empiezo a sentirme un poco más ligero. Eso sí, aún no tengo el cuerpo para jotas y debo controlar mis movimientos peristálticos para evitar más desagradables desastres.
    No soy coleccionista de pipas, Eutimio, aunque tengo tres. Tampoco las uso demasiado fuera de casa. Es un engorro llevar la pipa, la bolsa de tabaco con su ladrillito para conservar la humedad, el atacador y las varillas de limpieza en los bolsillos. Aún no me he acostumbrado a llevar bolso aunque reconozco que es muy práctico, sobre todo si, como yo, llevas siempre los bolsillos a reventar. El problema es que si llevo bolso me conozco y se que lo dejaré olvidado en cualquier parte.

    Y ahora, vayamos al grano. Coincido, siempre como lector, con la preferencia de Eutimio hacia el personaje de Fray Antonio. Una mente abierta y crítica, divertido y no exento de cierta retranca, capaz de ir un poquito más allá de la mentalidad pacata o interesada de la época. Me parece, como el personaje de Rojas, una bocanada de aire fresco, una puerta abierta hacia lo mejor del próximo Renacimiento.
    Su papel es más breve y sin embargo, o por eso mismo, para mí resulta más convincente que el propio personaje de Rojas al que a veces me da la impresión que “ahogan” los propios acontecimientos en los que se ve envuelto. Por ponerle al fray un pero, diría que alguna de sus apariciones en la novela es, cuando menos, sorprendente.
    Me gusta también, con su pátina visionaria incluida, el personaje de Fernando de Roa.
    Y, si el señor Jambrina me lo permite, diré que no me gusta el papel asignado al personaje de la Celestina (lo siento mucho, sabiendo el cariño que Don Luis ha manifestado por este clásico). Para mí (siempre como lector, insisto) Celestina es el personaje que soporta el peso de la fama que acompaña durante siglos a la tragicomedia de Calisto y Melibea, conocida popularmente como “La Celestina” (más allá de valores literarios que no estoy capacitado para juzgar) y ¡no!, no la veo yo como aparece en “El manuscrito”.

    Sobre todo me ha gustado recuperar Salamanca. Repetir intencionadamente paseos descuidados, indagar sobre lugares que existen o existieron; recordar nombres, historias e “historietas” que aprendí y había dejado aparcadas y volver a quedarme mirando cosas que la costumbre había convertido en “algo que está ahí, según pasas”. De este modo, mi camino diario de ida y vuelta hacia la comisaría ha dejado de ser, por un tiempo al menos, tan monótono.

    Maria Antonia:
    Como este año es compostelano, he recordado una llamada que recibí en la comisaría aquel famoso año Xacobeo de la mascota a medio camino entre fantasma y penitente.
    Llamó una persona (no especificaré el género) preocupadísima por saber si la policía podía resolver un problema que reiterados anuncios en prensa no habían conseguido solucionar. El problema, baladí para muchos, era para aquella persona esencial.
    Sentía una urgencia vital, por razones que no vienen al caso, de hacer el Camino de Santiago pero… ¡había perdido el norte!
    Opté, como podrá imaginar, por el camino más facil; remitirla de momento a la sección de objetos perdidos y poner en conocimiento de las autoridades sanitarias sus datos para ver si ellos podían “encaminarla”. Prosaico ¿verdad?

  16. María Antonia dice:

    Buenos días, Marcial. No me parece tan prosaico el remedio que eligió para orientar a esta persona. Por lo menos, se preocupó por ella… ¡que es de agradecer que no le colgara sin más! Lo de los anuncios en prensa tiene su chirigota. Imagino en administración, cobrando por palabras…: “A ver, le repito: Se ruega que si alguien ha encontrado mi norte, me lo comuniquen sin demora a la Rue del Percebe, número 13. A veinte céntimos letra, son…”

    Me entrometo en el diálogo entre usted y Eutimio, para confesar cuál es mi personaje favorito: Sabela. Da un poco de lástima pensar que el amor entre ella y Rojas no fructificó, lo tenían un poco difícil.

    Saludos, Marcial. Y, si les parece a usted y a Eutimio y a cuantos lectores lo deseen, seguimos comentando en otros post. Post, de después de lo que hay escrito; ¿puede servir?

  17. Grupo del martes 18h dice:

    Estimado Eutimio:
    Las chicas de lectura del martes 18h queremos decirte que ya que no te quieres identificar, te perdonamos pero te agredecemos que nos hayas contestado. Te respetamos que quieras continuar en tu anonimato, pero es que somos muy curiosas.
    Sin más, hasta la próxima.

  18. Eutimio dice:

    Termino mi siestecilla y he regresado al ordenador para contestarles, queridas señoritas del grupo del martes 18 h. Gracis por respetar mi anonimamo y perdonar mi timidez. En principio, la curiosidad es la que mueve al mundo, así que, continuen así.

    Un abrazo, Eutimio

  19. sebastian salinero dice:

    Os pongo unas cuantas palabras con sus definiciones:
    ABADON= Destrucción o perdición, el destructor jefe de los demonios
    OMINOSA= Historia nefasta vivida en algun país a lo largo de su historia
    ENDRIAGO= personaje literario que es un monstruo.
    ARIADNA= fue en la mitología griega, la hija de Minos y Pasifea reyes de Creta.
    FLAGELO= EN latín flagelium, instrumentos para azotar.
    ESTULTOS= Poner en duda la “verdad” declarada por algunos, la cualidad de los estultos, es el ser francos y veraces.
    Para la proxima más.

    EL JINETE SOLITARIO

  20. María Antonia dice:

    Hola, Jinete solitario… gracias por participar, esperamos más para la próxima como prometes. Un abrazo