Fotografía de Eduardo Margareto
Uno de los resultados de Territorio Ebook apuntaba que un 85 % de los lectores participantes en la primera fase del programa compraría el libro electrónico; imaginamos que al conocer esta iniciativa, el 99 o el100 % harán su sueño realidad.
Esta atractiva oferta se enmarca dentro de la campaña Lee en el soporte que prefieras, que pretende descubrir y fomentar la lectura electrónica entre los usuarios de las Bibliotecas Públicas españolas.
Por ello, las personas que utilicen habitualmente los servicios de préstamo de libros en cualquiera de estas bibliotecas, podrán adquirir a partir del próximo enero un dispositivo digital por tan sólo 50 euros.
Las editoriales españolas no se han quedado atrás y parece ser que en el 2011 estarán disponibles en formato electrónico todos los títulos nuevos que se publiquen en España a un precio más que interesante que no superará, en ningún caso, los 5 euros.
Lee en el soporte que prefieras: ¿será cosa del día?
Pues aprovechemos al menos este día para hacer esta compra y soñar con un dispositivo de calidad, a buen precio y con los libros que quiero leer que puedan ser prestados por la biblioteca de manera gratuita, o me los pueda comprar por menos de 5 euros, no sea que mañana la industria nos haga volver a la triste realidad.
Pues sí, tentenecio, tienes toda la razón. Precisamente, en Twitter, Raquel, una bibliotecaria de Oviedo nos dice:
¿Y si algún día fuese verdad?” (Territorio Ebook)
” (Raquel)
“Por un momento soñando que fuese verdad” (Raquel)
“Los sueños no cuestan dinero
“Por qué no? Sigamos soñando
Se ha insistido mucho en que de estas navidades no pasaba que el lector electrónico se conviertiera en el regalo estrella. Papa Noel ya ya pasado y no he oído ni leídos comentarios que me llamaran la atención al respecto. Todavía quedan los Reyes Magos. El año pasado ocurrió lo mismo, es decir, no ocurrió nada. En las navidades de 1999 el regalo estrella fue el teléfono móvil: un millón de ejemplares de repente, de golpe, al mismo tiempo. Ahí están las hemerotecas para recordarlo. Mientras tanto, seguimos en el círculo vicioso: no se vende el aparato lector porque no hay contenidos que leer; y no se hacen contenidos para leer, porque la gente no tiene aparatos. Y ahí estamos. Algo suena mal, algo suena raro. Hay un empeño feroz en que suceda, pero no sucede. Seguiremos atentos.