La lectura veloz

Fotografía de Almeida

Ha saltado a la red una noticia de esas que resultan imparables. Jakob Nielsen, uno de los mayores expertos en usabilidad, ha realizado una investigación sobre la velocidad de lectura en 4 soportes, concluyendo que es la lectura en papel la más rápida.
Se trata de un asunto complejo que dará que hablar, comentar y discutir. Y para empezar, podemos leer la interesante entrada de Joaquín Rodríguez, colaborador de Territorio Ebook, en su blog Los futuros del libro.

Territorio Ebook, también se ha hecho eco de la noticia, proponiendo preguntas y planteando reflexiones. Preguntas y reflexiones que nos llevan a las nuestras. ¿Es tan importante la velocidad? Pues depende. Quizás para un estudiante o profesor universitario la rapidez sea esencial o lo sea para cualquiera de nosotros si realizamos una lectura meramente utilitaria (qué horror de manuales de instrucciones); pero en lo que se refiere a la lectura por placer, por satisfacción del espíritu… ¿Qué importa si tardamos cinco o diez minutos en leer un poema de Benedetti? ¿Acaso no nos gusta leer y releer despacio algunos textos memorables de Delibes o de Saramago?
Un participante de un club de lectura, por ejemplo, prefiere la comodidad que da la portabilidad, la ligereza, lo práctico… en definitiva, leer a gusto (según las primeras investigaciones de Territorio Ebook). ¿Han probado a leer en la cama con un libro de mil páginas? Prueben ahora con un dispositivo de lectura electrónica.

Y, ¿qué papel juega la comprensión si la asociamos con la velocidad? Igual es preferible menor velocidad para ganar en comprensión… ¿Influye, de manera decisiva, en la velocidad de la lectura y en la comprensión el lugar donde se esté leyendo?

Los lectores son los que dotan de significado a los soportes. Así que, ustedes tienen la palabra.

5 comentarios a “La lectura veloz”

  1. José A. Sánchez Paso dice:

    Las comparaciones son odiosas, además de sospechosas. E inútiles, porque siempre hay factores que enredan el resultado. Los lectores que participaron en el experimento citado, ¿leyendo de noche o de día, con luz natural o artificial, después de trabajar o frescos como una lechuga? Parece que la velocidad, por no decir la instantaneidad, se ha impuesto como un valor sagrado en nuestra sociedad de hoy. No leeré jamás a la misma velocidad un soneto de Garcilaso que los requisitos de pago al dorso de una multa que me acaban de imponer los de Tráfico. Si algo adorna a la lectura como actividad humana no es la satifacción de haber culminado la última página de un libro, pongamos por caso, sino la reflexión a que me ha obligado. Y la reflexión necesita morosidad tibetana, como la digestión necesita la previa masticación. Leerme a la carrera las obras completas de Shakespeare no me conducirá jamás al placer de escudriñar en todos los sentidos de vida y muerte, amor y fugacidad, deseo y felicidad que se encierran en el mejor verso de los que escribió: “Make inmortal with a kiss”. ¿Para qué correr, si podría estar una tarde entera a vueltas con ese verso, hasta asimilarlo en toda su profundidad? Ya dijo Juan Ramón Jiménez que un mismo libro dice cosas distintas en ediciones distintas. O en soportes distintos. La lectura es alimento. Pero de gourmets, no de fast food.

  2. María Antonia dice:

    Quizás podamos leer, simplemente, un 4 de tantas maneras… Hoy, José Antonio Millán publica en su blog Libros & Bitios el ensayo visual que presentó en la Fundación Suñol de Barcelona, sobre ciertos aspectos de escritura y tipografía en la pintura contemporánea. Porque… ¿Qué hay en un 4?. En http://jamillan.com/librosybitios

  3. Aún estando muy cercano a algunos argumentos del comentario anterior, he de decir que no se puede dar unos datos tan genéricos y validarlos como absolutos. Habría que, y en eso coincido con José A., saber en qué condiciones se ha trabajado con ese grupo de usabilidad, y cuáles eran las condiciones de esos ususarios (su nivel de entrenamiento en esos dispositivos, etc.)
    Hasta que los diseñadores, tipógrafos y productores no nos metamos en la edición digital, poco hay que hacer. Y esto es lo que se está cociendo en diversos foros, en el máster de edición de la Usal, en el máster de diseño editorial del IED de Madrid…Los resultados, dentro de un par de años -sino meses-
    más sobre el tema
    http://www.legibilidad.com/home/acercade.html

  4. María Antonia dice:

    El tema de la velocidad a la hora de leer en dispositivos de lectura electrónica (en este caso, Kindle y Ipad) vinculada a la comprensión lectora, está siendo objeto de debate en el blog de Ediciona: http://blog.ediciona.com/velocidad-de-lectura-ipad-kindle

  5. jesús dice:

    Pregunto…¿Es tán crucial este asunto? ¿Es realmente tan complejo? ¿Dará tánto que hablar?
    Salvo para los que tienen memoria fotográfica ¿Es tánta la diferencia como para tomarla en consideración?

    En una novela de Stanislaw Lem, maestro de la ciencia ficcción, cuyo título no recuerdo, algunos personajes (de altísimo nivel intelectual) practicaban la lectura super lenta.

    ¡Madre mía! ¡Qué mal me sienta el final del verano! (y eso que no es mi estación favorita) Pido disculpas y recupero la consciencia sobre mi propia ignorancia.