En los primeros cinco capítulos de esta azarosa y nívea historia, vuesas mercedes, hombres y mujeres de bien, gentiles caballeros, dulces damas y venerables señoras (hasta, tengo para mí, el mismo autor de la misma) han recopilado palabras de entre sus párrafos, cogiéndolas entre sus dedos como margaritas blancas.
Han hablado de jaques, murcios, rotos, matasietes, de tahúres, de Martes de Carnestolendas (Fat Tuesday en otros lares), de vítores, de bargueños. Quizás en éstos puedan caber tanta prosapia, tanto coimero, tantas mandas, tanta jerigonza y tanta aljama. Puede ser bueno revesar si no se ha hecho bien la digestión de tantas palabras.
Tengan cuidado al varear los pasajes, no se caiga alguna flor y se descuerne, y si hablamos de juegos inocentes, no dejen de practicarlos (Treinta y una, Quinolas, Quince, Parar, Andoba y siete y llevar) en algún tablaje o garito (eso sí, que no sea de los de peor fortuna).
Practiquen la reminiscencia, y acudirán prestas y preclaras, nuevas y viejas jergas. En el desafiadero de la lengua, casi todo está permitido: meretriz, cancerbero, esportilleros e hidalguía.
Y, digo para mí, estos ebookeadores que ebookan, ¿estarán de acuerdo en ser ebookeantes?
Su turno, damas, caballeros, gentes de buen vivir y de buen leer. Del 6 al 12: ¿cuántas palabras vamos a capturar?
Yo sigo con mi retahíla de palabras poco habituales, aunque alguna de ellas ya nos las explica el autor en su texto,como Capigorrón o llovista.
Doncaire: No lo encuentro, debe ser un galicismo.
Neófito:Persona adherida recientemente a una causa, o recientemente incorporada a una agrupación o colectividad.
Tósigo: Veneno, ponzoña.
Nigromancia: Práctica supersticiosa que pretende adivinar el futuro invocando a los muertos.
Embeleco:Embuste, engaño.
Baturrillo: Mezcla de cosas, especialmente de guisados, que no dicen bien unas con otras.
Dejo el resto para no cansaros.
Recuero: (arriero) que conduce una recua, o sea, un conjunto de animales de carga que sirven para transportar mercancias.
Capigorrón; criado de estudiante (con posibles) que se encargaba de cargar con los
cartapacios. Le acompañaba a clase y a menudo asistia a ella, no siendo pocos los casos (según parece) en que su provecho era mayor que el del aspirante a bachiller.
Cartapacio: Funda, de diversos materiales, en que los escolares llevan sus libros y papeles.
Inexorable: (infalible, inflexible). ¡Vamos…! como la muerte. Puede que ella misma se sorprenda de verte fuera de lugar, pero al final te encuentra allí donde debe ir a buscarte y tu has de encontrarte con ella.
A mí me ha llamado la atención la utilización de la palabra “garito” y como se ha mantenido dentro de la jerga típica de la noche, la juerga y el mal (o buen) vivir, pese al paso de los siglos.
Dancaires (y ganchos): relaciones públicas de los garitos de la época. Se trata de una especie de homínido que todavía hoy se deja ver con frecuencia por las calles de Salamanca, sobre todo a determinadas horas de la noche/madrugada. Suelen ir en grupo y con papelitos de colores en la mano, en los que se ofertan bebidas espirituosas a módicos precios.
Durante estos capítulos he podido observar que la utilización de refranes o expresiones se repite constantemente, me ha llamado la atención:
“Dar el barato” que significa repartir parte del dinero conseguido entre aquellos que les habían prestado algún servicio durante el juego”
Y luego me ha hecho mucha gracia la expresión “Desplumarlo como a un pollo metido en un corral ajeno”
Palabras de nieve eran
ahora margaritas blancas
la entiendo, no la entiendo
la entiendo, no la entiendo…
Palabras margaritas eran
ahora relato florecido
la ebooko, no la ebooko
la ebooko, no la ebooko…
Palabras margaritas vítores
ahora deliciosamenete improbables,
jerigonza blanca o sangre de toro
me gusta, no me gusta…
me ebooko
¡Dulce Margarita! ¿Pues no ha compuesto un poema de ritmo “ahora sí, ahora no”? ¿Dónde le acompañaron las musas?
Colijo que vos es una dama contemporánea (por que usa eso de ebooko, no me ebooko. ¿Le agrada la jerigonza nívea o prefiere la jerga de este actual siglo que le dicen veinte más uno?
Raquel: sí hay muchos refranes en el libro, aunque Jambrina no los introduce como tales, sino que los inserta en el texto, al menos así lo entiendo yo.
El vino de Salamanca está bautizado para que nadie lo tome por moro o judio.
Salamanca, que a unos sana y a otros manca.
Bachiller y nada, todo es nada.
Estudiante sin recuero, bolsa sin dinero.
Lo que naturaleza no te da, te enseñará a alcanzarlo la hermandas, sin duda variante del “Quod natura non dat, Salmántica
non praestat”
Estoy de acuerdo contigo Pilar en que no los introduce en el texto como refranes.
Otro de los muchos que he encontrado:
Jugaba el Rey a los naipes, todos éramos tahúres. Estudia la Reina ahora, todos somos escolares.
Hola compañeros ebookeadores!
Ya veo que cada vez nos animamos más a ebbokear en el blog. Esto es fantástico y, desde aquí, animo a los aún perezosos e indecisos a compartir, a través de esta red, vuestras opiniones, elecciones, sugerencias y resultados de vuestras investigaciones.
Mi palabra favorita, en estos últimos capítulos leídos, es “mentidero”: sitio o lugar donde se junta la gente para conversar. Parece ser que en aquella época solían ser las escalinatas de las iglesias los mentideros favoritos. ¿Usted fue testigo de ésto, gentil Luisa?
Abrazos para todos.
¡Que si fui testigo! Recuerdo que mi tío, pretendía ser muy estricto (esforzábase en serlo. Mas raras veces lo conseguía) y no me permitía frecuentar tales lugares todo lo que a mí me hubiese agradado (azares de la juventud, osada y curiosa).
Pero, cuando salíamos de los oficios en la Iglesia de Santo Tomé, solía rezagarme para escuchar dos o tres comentarios, cogidos al desgaire.
Los rumores que más me fascinaban eran los que hablaban sobre María la Brava y su parentela, amén de sus enemigos. Otrosí, me maravillaba todo lo que tuviese que ver con el Estudio y aunque mi hermano Luis me hablaba de ello, siempre me sabía a poco (con el tiempo, tuve la fortuna de ver aquello con mis propios ojos). Ay, dama, ¡cuántos recuerdos!
Palabras con ebook, considerando que a menudo se llama también al continente, (ereader) por el contenido (ebook)
Ebookiki (o ebooquiqui):
1ª acepción; que gusta hablar de oidas, irreflexivamente y sin conocimiento de causa de las virtudes o defectos del ebook.
2ª acepción; acto amoroso apasionado, inspirado por la lectura de un tórrido ebook.
Ebookazas:
1ª acepción; lo mismo que un ebookiki, según la primera acepción, pero con más estruendo y alaraca.
Ebookfilia:
Hemorragia incontenible de satisfacción que provoca en algunas personas la lectura de un ebook. Amor por el ebook
Ebookfobia:
Lo contrario de ebookfilia.
Ebookcéntrico:
Dícese de la persona que alaba desmedidamente su ebook, desdeñando el de otros.
Ebbokadillo:
Pausa para un tentempie durante la lectura del ebook.
Dícese también del propio tentempie, ingerido durante una lectura de ebook, sin pausa para hacerlo.
Jota, ¿quién sois vos? Parecéis entendido (quizás, ¿entendida?) en asuntos modernos. De todas las palabras que decís, me agrada Ebbookadillo. Lo de Ebbokiki me gusta en la segunda acepción.
Capigorrón: criado de un estudiante.
Le ha elegido porque me gusta como suena y por el significado; a mí me habría gustado tener uno en mi época de estudiante para que me hubiera llevado la flauta, los libros, el chandal, etc…
Ahora también les haría falta por las grandes mochilas que llevan.
Enconado: encarnizado, violento, porfión.
Embeleco: embuste, engaño, embelesar a otro.
Ordalía: venganza, juicio de Dios.
Romo: chato, nariz pequeña
Dar el barato: dar la propina los jugadores que han ganado, a los gorrones que rondan por la sala de juego.
Estudiante sin recuero, bolsa sin dinero. Curioso!!
Refranes y palabras, todo va en el mismo cesto, ¿no les parece? Buena cosecha, sí.
Mas sobré las Ordalías o Juicios de Dios:
En un sistema penal como el de la Edad Media, a diferencia del actual, el sospechoso de ser culpable debía demostrar su inocencia.
Como la justicia se administraba en nombre de Dios, el sospechoso de ser culpable podía demostrar su inocencia y los pleiteantes su mejor derecho, sometiendose al juicio divino mediante pruebas poco civilizadas:
Estas son algunas de ellas
- Combate o duelo (el que gana hace valer su mejor derecho.
- Poner la mano encima de hierros candentes, o dentro de un guantelete metálico: si no te quemas, eres inocente.
- Meter la mano (o el brazo hasta el codo, según la gravedad de la acusación) en agua hirviendo.
- Ingerir sustancias tóxicas: si no te mueres, eres inocente.
Otras, algo menos bruscas eran el juramento en la iglesia o la curiosa prueba de la cruz: en caso de pleito, los implicados debian permanecer de pie, con las piernas abiertas y los brazos en cruz durante la misa…¿Adivinais…? ¡Efectivamente!, el que se mueve… pierde.
Definitivamente, en esto, hemos progresado bastante.
Mas palabrejas para el glosario:
Prosapia: ascendencia, linaje o generación de una persona.
Horadar: agujerear algo atravesándolo de parte a parte
Redoma: Vasija de vidrio ancha en su fondo que va estrechándose hacia la boca.
Las ordalías me las tuve que estudiar yo en Historia del Derecho, lo juro, lo juro.
De lo que no me acuerdo es de cuando se dejaron de utilizar, pero tal y como habla Rojas parece que a finales del SXV ya eran algo superado. ¿Seguro?
Me ha gustado mucho el nombre de Aldonza, nunca lo había oído antes, me ha llamado la atención.
Dulcinea del Toboso se llamaba, tambíén, Aldonza y me ha recordado al Quijote. Ha sido una reminiscencia.
Tósigo: veneno o pozoña
Neófito: persona convertida a alguna religión o persona añadida recientemente a una causa o a una colectividad.
Mi palabra es Dioscóride: médico, farmaceútico, botánico de la antigua Grecia.
¡Que bonito Toñi!
Hay un manuscrito del Dioscórides (una versión publicada en el siglo XV,creo) en la Universidad de Salamanca. Precioso: Las plantas, sus usos medicinales o tóxicos, ilustraciones…
A falta de fondos suficientes para comprar el facsimil que editaron, yo me conforme con un DVD interactivo. No es lo mismo, pero te quita el gusanillo.
Digo yo (aprovechando que el Pisuerga…) ¿No podría alguien gestionarnos una visitita guiada a la Biblioteca de la Universidad? No me importaría llevar el ebook si hace falta.
Gracias mil.
Una idea muy buena, jota. Si alguien conoce al bibliotecario. Suele ser muy estricto (en otro sentido que mi tío). O al menos, solía ser. Ahora, con estos cambios y estas nuevas maneras, no me atrevo a emitir opinión.
Acritud: aspereza en el gusto y en el olfato. Aspereza en el carácter.
He elegido la palabra llovista, que siginica lo siguiente: mediante conjuros y artimañas pretende hacer llover a voluntad.
Imbatible: no puede batirse ni derrotarse
¡Cuántas palabras! Mas aviven el ingenio y la agudeza visual: fíjense en que algunas de ellas se repiten.
Aunque la palabra Capigorrón ya está definida quiero poner la definición que he encontrado en un Diccionario de Salamanca (coleccionable), junto con una carta que recibe un estudiante de su padre.
Definición: En la universidad de Salamanca se denominaba al estudiante manteista poco amante de frecuentar el estudio y mas preocupado por entretener el tiempo jugando a las cartas, visitar casas de mancebía y otras aficciones de similares calibre.
Muchos solamente se acercaban a la Universidad cuando se anunciaban vacantes de cátedras y su voto era comprado por alguno de os aspirantes a las mismas. Los capigorrones debieron ser abundantes en Salamanca, haciéndose eco de ellos la literatura en Obligados y Ofendidosy Gorrón de Salamanca de Rojas, Zorrilla, pero mas a nivel popular porque intentaban mantenerse a duras penas o pidiendo a las familias.
Carta para estudiante vasco en Salamanca de su padre:
Yo no puedo sustentarte en Salamanca, que si esos caballeros gastan, tiénelo sus padres con qué, y el tuyo no. Y si quieres ser estudiante, sirve o estudia en casa de tu padre. Yo como te digo, no puedo sustentarte ni enviarte un cuarto… Al Señor licenciado Simón darás esos 50 reales que dices debes… Otros 50 reales en plata doble te llevó el arriero que llevó unas mantecas y torreznos al señor licenciado Simón. El portador lleva los 50 reales, 3 longanizas y un solomo, y sabe Dios como busqué esta noche los 50 reales, que a poco más de dos meses y medio que saliste de casa y te i imbiado al pie de 200 reales. Yo no puedo más, Catalina te imbía ese puerco, que si no fuera por ella no lo llevaras…
Busques a quien servir porque no me imbies a pedir un real, que no has dado tan buena cuenta de ti para darte crédito en nada, u acuérdate de lo que me gastaste en Alcalá de tan poco provecho…
No escribas a ti tío, que no te imbiará un día.
Muy interesante, mi señora Ludi.
Soy criada de vuestras enseñanzas.
A sus pies. Mis sabias damas y nobles caballeros.
Gracias por vuestras aportaciones. Cerramos esta entrada, continuamos, si os apetece en otra nueva para los capítulos del 13 al 19.