Lectores, autor, personal del CDS... ebooks...
Cuando Rojas llegó al Colegio, ya hacía rato que había amanecido, aunque en ese momento esto era mucho decir, pues el cielo estaba tan negro y encapotado que el día apenas se distinguía de la noche. De hecho sólo la nieve recién caída en esos días contrastaba un poco con la oscuridad reinante… (El manuscrito de nieve (Alfaguara) de Luis García Jambrina, p. 186).
Había anochecido ya en Peñaranda cuando la subdirectora del Centro de Desarrollo Sociocultural, Florencia Corrionero (Flory), leyó estas palabras en el zaguán que se había vestido de blanca nieve.
Fue el viernes, a eso de las 20.30 h. Los 40 lectores aguardaban, sentados y expectantes. Luis García Jambrina (Luis) les miraba, igual de alerta y bien acompañado por Isidro Rodríguez, el alcalde de la ciudad, y Javier Valbuena (Javier), el director del Centro.
Hacía un año que Territorio Ebook, lecturas sin fin inició su andadura, en ese mismo lugar. Y es que… si ese lugar pudiese hablar, cuántas historias contaría. Cuántas sonrisas. Cuántas miradas. Luego, Flory comenzó a explicar: este proyecto es la cuarta pieza del puzle de la etnografía digital, el puzle de la lectura electrónica por tramos de edad. ¡Ah! ¿Pero hay que hacer un rompecabezas?
Casi. Porque Territorio Ebook ha sido visitado ya por niños, jóvenes, adultos… y se ha ido a otros espacios, a otros centros, a obras bibliotecas, a otros cielos: Urueña (Valladolid), Zafra (Badajoz), Milán (Italia)…
Llegó el turno de Javier. Recordó otros días, otras lecturas. Y evocó un futuro que ya es presente. Porque todo ha de cambiar, para que nada cambie. Pues lo único inmutable es el cambio. Dicho en plata: seguimos avanzando, investigando y procurando que el Centro y los ciudadanos continúen en sintonía.
Después, habló Luis, pues Ebookeando en la nieve es un proyecto que pivota en torno a su última obra, la segunda entrega de las andanzas del pesquisidor Rojas: El manuscrito de nieve (Alfaguara). Luis adelantó sorpresas para este blog y para el proyecto: nuevas formas de narrar, nuevas formas de conversar con los lectores. Aguardamos, nosotros también, expectantes.
Y después, las palabras del alcalde, siempre necesarias, pues el apoyo del Ayuntamiento a nuestra ciudad lectora con nombre de cuento, es vital.
Por fin, comenzó la ronda de entrega de los dispositivos de lectura electrónicos a los lectores. Vamos a hacer algo útil, precisó Flory, entre sonrisas. Uno a uno, tomaron entre sus manos el que será su compañero inseparable durante los próximos meses. Saludos, besos, risas, miradas cómplices. Fotos de grupo diciendo ebook con acento spanglish. Y un agradecimiento a los verdaderos protagonistas de Ebookeando en la nieve:
Porque sin vosotros no hay lectura, solo un escritor no leído.
Porque sin vosotros no hay Biblioteca, solo un espacio no vivido.
Y porque sin vosotros no habría Territorio Ebook, solo un proyecto vacío.
Queridos amigos:de la primera fase de Territorio Ebook saqué valiosas enseñanzas y conclusiones; una de ellas fue la gran importancia que puede tener para un autor el encuentro asiduo con sus lectores; la otra fue la importancia de las lecturas compartidas.
Me preguntaban el otro día, en un Encuentro Digital con los lectores en el periódico El Mundo, que por qué había decidido participar en su día en el proyecto Territorio Ebook. Y yo contesté que lo había hecho porque me gustan los riesgos y probar cosas nuevas. También porque disfruto y aprendo mucho con los lectores. Durante todo este último año, me han aportado mucho; de hecho, creo que, gracias a ellos, he cambiado y mejorado como escritor. Por eso tengo tanto que agradecerle a la Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Su papel está siendo, y lo va ser más en el futuro, fundamental en la incorporación de estos nuevos soportes a las bibliotecas, a la educación, a la universidad. Gracias a ellos, ahora tengo otra actitud hacia lo digital. Hasta hace muy poco no lo creía, pero ahora estoy seguro de que estos nuevos formatos van a modificar también la forma de narrar y de escribir, y sobre todo los géneros literarios tradicionales, como la novela. Hace poco me reprochaban que, siendo escritor, me hubiera puesto a defender el libro digital. Por mi parte, creo que un escritor debe defender la literatura y la lengua, el soporte es lo de menos. El libro impreso es un soporte más; antes ha habido otros y habrá algunos nuevos en el futuro. No se pueden poner puertas a la literatura, pues lo que no entra por la puerta acabará entrando por la ventana.
Un abrazo, Luis García Jambrina